Extraído de: 100puntasinaccesiblesdeteruel.blogspot.com.es
Peña Lengua en Montalbán (30 m) 12 de mayo de 2.012
La lengua del Vago, un olistolito caído del cielo.
Lengua del Vago | Paisaje del Vago desde el puente, a la izquierda la Lengua y a la derecha buitres volando (Foto: CHEFOTO) |
Al oír hablar de “La Lengua del Vago” puede parecernos un nombre ocurrente, pero “Peña Lengua” o “La Lengua del Vago” en realidad se trata de un gran peñasco muy característico y bien visible, que cautiva al que lo divisa …
El parecido razonable con el órgano gustativo de los humanos, puesto en pie, probablemente le dio ese nombre tan recurrente, pero lo de “vago” es necesario explicarlo porque nada tiene que ver con la holgazanería. Vago, en la peculiar forma de hablar de los pobladores de las Cuencas Mineras, significa valle, proveniente de vaguada, y curiosamente esta afilada aguja ubicada al pie del puente del Vago sobre el río Ancho, fue denudada por la erosión retirando todos los materiales blandos que la cubrían alrededor, dejando al descubierto su esbelta silueta. Pero hay algo muy especial que la hace más singular aún, si cabe. Su composición caliza hace pensar que se formó en un ambiente de plataforma marina carbonatada, pero ascendiendo hacia su collado para escalarla se puede comprobar cómo las litologías sobre las que se asienta son claramente diferenciadoras. Se trata de afloramientos de conglomerados terciarios mucho más modernos y de sedimentación continental que pueblan las laderas a un lado y otro de nuestra particular punta.
A comienzos de la era terciaria, hace unos 50 millones de años y tras haberse retirado el mar de la cuenca Ibérica, las cubetas sedimentarias cercanas a las montañas, que entonces comenzaban a elevarse, recogían en conos de deyección gran cantidad de detritos gruesos, es decir, cantos rodados que se acumulaban en graveras formando a lo largo de miles de años esa especie de hormigón conglomerado que hoy aflora a los pies de Peña Lengua, pero nuestra piedra en particular “La Lengua del Vago” fue una excepción que la hace diferente dentro del resto de depósitos que se acumulaban, como un extranjero en un país de otro color. Un enorme peñasco de dimensiones ciclópeas cayó sobre los montones de conglomerados, quedando posteriormente sepultado por otros, por eso los geólogos la han denominado olistolito. Los posteriores movimientos orogénicos la han conseguido poner en posición vertical junto con los demás estratos que en un principio se depositaron sin apenas inclinación y la erosión fluvial ha hecho el resto, modelando “vagos” y dejando al descubierto enormes agujas que ahora nos llaman hacia el cielo cautivándonos con sus afiladas formas.
Gracias por estas aportaciones...
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