La Orden de 29 de diciembre de 1936 sobre «asistencia a niños y ancianos» (BOE de
3-1-1937), procedía a la reorganización de los establecimientos
benéfico-sociales existentes, al tiempo que prohibía terminantemente
toda cuestación pública «que con destino a fines benéficos no haya sido previamente autorizada por este Gobierno General (art. 1.°)
La propia Mercedes Sanz Bachiller (fundadora del Auxilio Social y viuda de Onésimo Redondo) reconoció las dificultades surgidas con la interpretación literal de la Orden de 29 de diciembre, al parecer se interrumpieron las cuestaciones que el Auxilio Social llevaba a cabo para financiar su obra, aunque de manera pasajera ya que se reanudarona finales de febrero.
El Gobierno General, después de estudir la solicitud elevada por la Delegación Nacional de Auxilio Invierno de Falange Española de las JONS, aceptó la cuestación denominada Auxilio de Invierno, propuesta con destino al fondo de Protección Social y procedió a su autorización. Publicada como Orden del Gobierno General de 3 de febrero de 1937 comprendía todo el ámbito territorial de la zona nacionalista, fijando incluso la cuantía de los emblemas:
"La característica de esta cuestación consistirá en la colocación de un emblema distinto en cada una de ellas, a cambio de un donativo mínimo de 0,30 pesetas..." (art. 1º)
Estos emblemas eran emitidos quincenalmente por la Delegación Nacional del Auxilio Social (Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S, posteriormente Movimiento Nacional). Esta iniciativa institucional de carácter benéfico se puso en marcha con el objetivo de recaudar fondos que se dedicaban a la asistencia a sectores desfavorecidos durante y tras la Guerra Civil.
El sistema consistía en la emisión de series de emblemas ilustrados con un tema iconográfico que variaba periódicamente. Debía pagarse una cantidad de dinero (entre 30 céntimos y 1 peseta) para recibir uno de estos emblemas. De su
venta se encargaban las mujeres de la sección femenina primero, y del
Servicio Social Femenino después. Los emblemas eran públicamente
exhibidos y su negativa a hacerlo daba lugar a la publicación de la
noticia en la prensa local. La ostentación de los emblemas era obligatoria, junto con la entrada, para poder acceder a determinados espectáculos públicos.
El caso es que ante las dificultades recaudatorias, el Ministerio de la Gobernación dictó la Orden de 23 de mayo de 1942, declarando obligatoria la adquisición de los emblemas de Auxilio Social a todas las personas que asistiesen a "espectáculos públicos, retaurantes, cafés, bares, confiterías y establecimientos análogos" los días que estuviesen señaladas las cuestacioes. Las negativas serían sancionadas con multas de 5 a 100 pesetas y los propietarios que consintiesen la presencia de infractores en sus establecimientos incurrirían en sanciones de 100 a 500 pesetas.
Por lo común las cuestaciones o postulaciones eran anunciadas a través de los medios de comunicación previamente al día de su celebración indicando el emblema que correpondería para ese día.
El emblema desapareció años más tarde y en su lugr apareció una exacción titulada Cuota Pro Auxilio Social, que se reguló inicialmente por lo dispuesto en la Ley de Tasas y Exacciones Parafiscales de 26 de diciembre de 1958 y con más detalle por el Decreto de 10 de marzo de 1960 que convalidó dicha cuota. Gestionada por el Ministerio de la Gobernación, afectaba a los asistentes a espectáculos públicos, así como las consumiciones en restaurantes, bares, confiterías, fijando la cuantía del gravamen en 1 peseta.
Esta medida no solucionó los problemas económicos de Auxilio Social, ya que apenas se consiguieron fondos para cubrir los gastos de la obra, por lo que en el año 1963 se suprimió la Cuota Pro Auxilio Social por una subvención estatal.
El caso es que ante las dificultades recaudatorias, el Ministerio de la Gobernación dictó la Orden de 23 de mayo de 1942, declarando obligatoria la adquisición de los emblemas de Auxilio Social a todas las personas que asistiesen a "espectáculos públicos, retaurantes, cafés, bares, confiterías y establecimientos análogos" los días que estuviesen señaladas las cuestacioes. Las negativas serían sancionadas con multas de 5 a 100 pesetas y los propietarios que consintiesen la presencia de infractores en sus establecimientos incurrirían en sanciones de 100 a 500 pesetas.
Por lo común las cuestaciones o postulaciones eran anunciadas a través de los medios de comunicación previamente al día de su celebración indicando el emblema que correpondería para ese día.
El emblema desapareció años más tarde y en su lugr apareció una exacción titulada Cuota Pro Auxilio Social, que se reguló inicialmente por lo dispuesto en la Ley de Tasas y Exacciones Parafiscales de 26 de diciembre de 1958 y con más detalle por el Decreto de 10 de marzo de 1960 que convalidó dicha cuota. Gestionada por el Ministerio de la Gobernación, afectaba a los asistentes a espectáculos públicos, así como las consumiciones en restaurantes, bares, confiterías, fijando la cuantía del gravamen en 1 peseta.
Esta medida no solucionó los problemas económicos de Auxilio Social, ya que apenas se consiguieron fondos para cubrir los gastos de la obra, por lo que en el año 1963 se suprimió la Cuota Pro Auxilio Social por una subvención estatal.
Las ilustraciones están impresas en el recto de los emblemas. Los emblemas tienen una pestaña en la parte superior (para prenderse a modo de insignia en la solapa) donde por la parte delantera se imprimen las palabras "Emblema Corriente" y la cantidad que debía pagarse por ellos y en la parte trasera la serie a la que pertenecían.
Anverso del emblema del Auxilio Social |
Reverso |
Vale del Auxilio Social. No es auténtico, según nos han informado, es una recreación artística, curiosa, que sirve para recordar las dificultades que se vivieron en aquella época. |
Fuentes:
- El Auxilio Social (1936-1940), la etapa fundacional y los primeros años. Mónica Orduña Prada
- Resumen de Emblemas del Auxilio Social
- Auxilio Social y la educación de los pobres, del franquismo a la democracia. Laura Sánchez Blanco
- La educación política de los Hogares de Auxilio Social en el franquismo. Laura Sánchez Blanco y José Luis Hernández Huerta
Buenas. Ese "vale" que muestras es una fantasía moderna. Las realizan unos estafadores y los hay de multitud de pueblos. Saludos
ResponderEliminar